En la mitología
griega, Hades
(el ‘invisible’), y también
llamado Plutón en latín (romano), el
dios del inframundo, era un hijo de los Titanes Cronos y Rea. Tenía tres hermanas, Deméter, Hestia y Hera, así como dos hermanos, Zeus (el menor de todos) y Poseidón. Juntos constituían los seis dioses olímpicos originales.
Hades es el mayor hijo
varón de Cronos y Rea.
Según el mito, él y sus hermanos Zeus y Poseidón derrotaron a los Titanes y reclamaron el gobierno del cosmos, adjudicándose el
inframundo, el cielo y el mar, respectivamente.
Aparte de Heracles, las únicas personas vivas que se aventuraron en el
Inframundo fueron todas héroes: Ulises
(Odiseo), Eneas (acompañado por la Sibila), Orfeo, Teseo y, en un romance posterior, Psique.
Ninguno de ellos estuvo especialmente satisfecho con lo que presenciaron en el
reino de los muertos.
Aunque era un olímpico, pasaba la mayor parte del tiempo en su oscuro reino.
Formidable en la batalla, demostró su ferocidad en la famosa Titanomaquia, la batalla de los olímpicos contra los Titanes, que
entronizó a Zeus. Temido y odiado, Hades personificaba la inexorable finalidad
de la muerte.
CULTOS A HADES
Cuando los griegos
apaciguaban a Hades, golpeaban sus manos contra el suelo para asegurarse de que
pudiera oírles. Animales negros, como ovejas, le eran sacrificados,
y la misma vehemencia del rechazo a los sacrificios humanos expresado en los
mitos sugiere el recuerdo tácito de un pasado algo distante.
ANIMAL QUE PERTENECÍA A HADES
Tiene como arma un casco
que hace invisible al que lo lleva: regalo de los Cíclopes
Can
Cerbero, era el perro de Hades, un monstruo de tres
cabezas en la tradición más común, pero de cincuenta cabezas según Hesíodo, con
una serpiente en lugar de cola.
REPRESENTACIONES ARTÍSTICAS
Hades es rara vez representado
en el arte clásico, salvo en las representaciones del rapto de Perséfone
MITOS:
Perséfone
Perséfone, la hija de Deméter, fue raptada por Hades
mientras recolectaba flores. En consecuencia de esto acto, Deméter lanzó una
maldición sobre la tierra que produjo una gran hambruna, y aunque los dioses
fueron a pedirle que la levantase para que la humanidad dejase de sufrir, ella
aseguraba que la tierra permanecería estéril hasta que volviese a ver a su
hija. Por fin intervino Zeus, pidió a Hades que devolviese a Perséfone.
Éste accedió, «pero antes de partir tomó un grano de granada que Hades le
ofreció porque sabía que así tendría que regresar.» Deméter preguntó a
Perséfone: «¿No habrás probado bocado mientras estabas abajo? Porque si aún no
lo has hecho podrás vivir con nosotros, pero si algo comiste, tendrás que
volver allí.» Esto la ató a Hades y al
Inframundo. No está claro si Perséfone fue cómplice del ardid. Zeus propuso un
compromiso, al que accedieron todas las partes: del año, Perséfone pasaría un
tercio con su marido.
Caronte
En la antigua
Grecia y en la antigua Roma era costumbre
poner una moneda dentro o sobre la boca de
los difuntos,
ya que éstos tenían que pagar a Caronte, el barquero del Hades.
Publicado por:
Hestia, Cibeles y Asclepio
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.