El sacerdocio en la religión de la Antigua Roma, está compuesto
por los sacerdotes, que con carácter oficial son responsables del cuidado, la
vigilancia y control de todo lo relacionado con las divinidades, incluyendo
cualquier objeto que les pertenezca, cualquier acto que esté dirigido a ellos o
cualquier fenómeno considerado como signo especial de su voluntad.
Los colegios
sacerdotales del Estado romano fueron los de los Pontífices los Augures, los Feciales, los Decenviros, más tarde los Quindecenviros, y los Epulones.
Pontífices:
Pontífice es un título de
ciertos líderes religiosos, ahora usado principalmente para referirse al Papa, antes se les consideraba
personas sagradas.
En la antigua
Roma, era el funcionario que tenía a su cuidado el puente sobre el río Tíber. Más tarde el término tomó otro
significado, los pontífices eran hombres que pertenecían al consejo religioso
supremo de la antigua Roma, llamado Colegio
de Pontífices, en el que el Pontifex Maximus poseía la máxima representación
religiosa.
Vestales:
Las
vestales debían ser vírgenes, de padre y madre reconocidos, y de gran hermosura. Eran
seleccionadas por el Pontífice
Máximo a la edad de seis a
diez años. Su mayor responsabilidad era mantener encendido el fuego sagrado del templo
de Vesta, situado en el Foro romano por lo que tenían restringidos sus movimientos. Estaban
liberadas de las obligaciones sociales habituales de casarse y tener hijos, y tenían voto de castidad para dedicarse
expresamente al estudio y correcta observancia de los rituales estatales. Estaban tocadas con un velo en la cabeza y portaban
una lámpara encendida entre las manos (símbolo
del fuego sagrado del templo de Vesta).
Augures:
Un augur era un sacerdote de la Antigua Roma que practicaba oficialmente la adivinación.
Los augures existían desde la fundación de
Roma, ejerciendo una práctica tomada de griegos y etruscos. Su corporación
constituía uno de los cuatro prestigiosos colegios sacerdotales de la Antigua Roma. Era un cargo oficial,
aunque también había augures particulares. Sólo los magistrados podían
consultar a los augures oficiales, en recintos especiales. Disponían para su
labor de dos tipos de libros: rituales y de comentarios. Los primeros
contenían fórmulas fijas; los segundos recogían resúmenes de las actuaciones.
Había dos clases de augures:
·
Los
que impetraban a los dioses la manifestación de su voluntad, mediante fórmulas
rituales.
·
Los
que descifraban los signos de la voluntad de los dioses, manifestada sin previa
solicitud. Estos fueron los más importantes.
En principio el cargo estaba reservado a los patricios, pero, a partir de la Lex Ogulnia (ley romana entre el
conflicto de plebeyos y patricios), quedó accesible a los más pobres.
TIPOS
DE ADIVINACIÓN:
Señales del cielo
Gritos y vuelos de aves.
Ingesta de los pollos
sagrados.
Posiciones y actitudes de
mamíferos y reptiles.
Acontecimientos imprevistos
extraordinarios.
PUBLICADO POR: Jepri, Victoria, Minerva & Vesta
Buena entrada. Se puede pulir la presentación y añadir algún detalle sobre los Pontífices y las Vestales.
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