martes, 26 de mayo de 2015

EL SACERDOCIO EN ROMA

El sacerdocio en la religión de la Antigua Roma, está compuesto por los sacerdotes, que con carácter oficial son responsables del cuidado, la vigilancia y control de todo lo relacionado con las divinidades, incluyendo cualquier objeto que les pertenezca, cualquier acto que esté dirigido a ellos o cualquier fenómeno considerado como signo especial de su voluntad.



 Los colegios sacerdotales del Estado romano fueron los de los Pontífices los Augures, los Feciales, los Decenviros, más tarde los Quindecenviros, y los Epulones.


Pontífices:

Pontífice es un título de ciertos líderes religiosos, ahora usado principalmente para referirse al Papa, antes se les consideraba personas sagradas.
En la antigua Roma, era el funcionario que tenía a su cuidado el puente sobre el río Tíber. Más tarde el término tomó otro significado, los pontífices eran hombres que pertenecían al consejo religioso supremo de la antigua Roma, llamado Colegio de Pontífices, en el que el Pontifex Maximus poseía la máxima representación religiosa.

Vestales:
Las vestales debían ser vírgenes, de padre y madre reconocidos, y de gran hermosura. Eran seleccionadas por el Pontífice Máximo a la edad de seis a diez años. Su mayor responsabilidad era mantener encendido el fuego sagrado del templo de Vesta, situado en el Foro romano por lo que tenían restringidos sus movimientos. Estaban liberadas de las obligaciones sociales habituales de casarse y tener hijos, y tenían voto de castidad para dedicarse expresamente al estudio y correcta observancia de los rituales estatales. Estaban tocadas con un velo en la cabeza y portaban una lámpara encendida entre las manos (símbolo del fuego sagrado del templo de Vesta).
          




Augures:
Un augur era un sacerdote de la Antigua Roma que practicaba oficialmente la adivinación.
Los augures existían desde la fundación de Roma, ejerciendo una práctica tomada de griegos y etruscos. Su corporación constituía uno de los cuatro prestigiosos colegios sacerdotales de la Antigua Roma. Era un cargo oficial, aunque también había augures particulares. Sólo los magistrados podían consultar a los augures oficiales, en recintos especiales. Disponían para su labor de dos tipos de libros: rituales y de comentarios. Los primeros contenían fórmulas fijas; los segundos recogían resúmenes de las actuaciones.
Había dos clases de augures:
·         Los que impetraban a los dioses la manifestación de su voluntad, mediante fórmulas rituales.
·         Los que descifraban los signos de la voluntad de los dioses, manifestada sin previa solicitud. Estos fueron los más importantes.
En principio el cargo estaba reservado a los patricios, pero, a partir de la Lex Ogulnia (ley romana entre el conflicto de plebeyos y patricios), quedó accesible a los más pobres.



TIPOS DE ADIVINACIÓN:
Señales del cielo
Gritos y vuelos de aves.
Ingesta de los pollos sagrados.
Posiciones y actitudes de mamíferos y reptiles.
Acontecimientos imprevistos extraordinarios. 




PUBLICADO POR: Jepri, Victoria, Minerva & Vesta

1 comentario:

  1. Buena entrada. Se puede pulir la presentación y añadir algún detalle sobre los Pontífices y las Vestales.

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