Me convertí en el más grande de los dioses del Olimpo: Dios de la luz, mantenía la orden entre los dioses y los hombres, e intervenía y juzgaba sus conflictos. Mis decisiones eran justas y equilibradas: No concedía favores a nadie. Mis atributos ordinarios son el cetro, el águila y el rayo.
Tuve muchas aventuras amorosas y fui el padre de numerosos dioses, semidioses, ninfas, héroes y reyes. Me convertí en tan insoportable, que otros dioses organizaron una rebelión contra mí. Yo castigué a Apolo y a Neptuno enviándolos a edificar Troya en la tierra.
Los monumentos más importantes hechos en mi honor son:
Firmado por: Júpiter
La historia de cómo Júpiter se salva de Saturno deberías contarla. Te animo a que lo hagas. Un saludo.
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